El objetivo de esta nueva entrada, no es ni mucho menos fomentar que no se realice deporte o que es perjudicial ni que dejéis de realizarlo, todo lo contrario, el ejercicio físico tiene múltiples beneficios, más que demostrados. Este post es simplemente para concienciaros sobre lo fundamental que es la prevención para contrarrestar lesiones. Estar informados es básico para poderla llevar a cabo.
Los deportes menos recomendados para la salud de nuestro suelo pélvico son los que
conllevan impacto o saltos repetidos, como, por ejemplo, el pádel, el tenis, aeróbic, baloncesto… o las modalidades de atletismo.
¿Por qué? El impacto se percibe como una presión intraabdominal e intrapélvica y ésta va hacia periné, pero ¿qué es eso de la presión intraabdominal? Consideramos una presión intraabdominal a un estornudo, una tos, un ejercicio abdominal clásico, gritar, cantar, soplar, levantar pesos, etc. Por tanto, si va mal dirigida, conllevará a fomentar:
- Las pérdidas de orina
- Provocar un prolapso de órganos precoz
- Debilitar y sobreestirar la musculatura perineal
Para entrar un pelín en materia, os tengo que hablar de anatomía básica y de la cavidad abdominal manométrica, ésta está formada por diafragma (arriba), abdomen (delante), columna (detrás) y suelo pélvico (abajo).
El diafragma, es el principal musculo inspirador, cuando se contrae desciende y empuja las vísceras abdominales hacia fuera, el abdomen protruye. Cuando se relaja ocurre todo lo contrario, asciende y el abdomen se mete hacia dentro. Juega un papel importante en cuanto a la gestión de presiones, porque puede beneficiarnos si tiene un tono correcto o, todo lo contrario, con un diafragma hipertónico (exceso de tono), puede perjudicarnos en cuanto a la dirección de la presión intraabdominal se refiere.
El Abdomen lo forman cuatro grupos de músculos importantes, rectos abdominales, oblicuo externo e interno y transverso de abdomen, estos dos últimos forman la cincha abdominal, la zona más importante de nuestro abdomen. Se encargan de dar 
contención a la cavidad abdominal y a dirigir la presión a zona segura. Es una cavidad cerrada y la presión recibida, no se percibe de la misma manera en la columna que en el abdomen, éste es más deformable y suelo pélvico también.
El suelo pélvico lo dividimos en dos partes, una anterior más débil y abierta (vagina, esfínter uretral, musculatura superficial) y otra posterior más potente y cerrada. Es la que mejor amortigua las presiones, gracias también a sacro y coxis (esfínter anal, musculatura profunda).
Por tanto, cuando nos encontramos una cincha abdominal tónica, la fuerza resultante de esa presión es correctamente dirigida hacia la parte posterior de mi periné (zona segura), en cambio, si me encuentro con una cincha abdominal hipotónica (debilitada), 
habrá un abombamiento abdominal, esto provocará una mayor lordosis lumbar (mayor curvatura lumbar) y por tanto la presión irá dirigida hacia la parte anterior de mi periné, que es la más afectada, sobre todo si ha habido embarazos.
Si esto sucede de manera frecuente, nos podemos imaginar cómo acabará siendo el estado de mi periné. En una mujer joven, sana y sin embarazos anteriores, también pueden encontrarse incontinencias urinarias y esto se debe a que no hay un trabajo preventivo óptimo.
¿Qué hacer entonces? Habrá que contrarrestar este impacto realizando un trabajo abdominal específico de la cincha, olvidándonos de los abdominales clásicos ya que conllevan una presión muy grande en mi abdomen, trabajando la musculatura de mi suelo pélvico y realizando un trabajo postural correcto, su influencia es elevadísima, pero el Rol postural da para mucho así que lo hablaremos en otro post.
Es importante que te pongas en contacto con tu fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para que te recomiende, te guíe y te enseñe a como trabajar abdomen y a dirigir la presión hacia zona segura.
Cualquier duda que te surja o quieras solventar, puedes ponerte en contacto conmigo e intentaré ayudarte.
Patricia Pérez. Fisioterapeuta. Col nº 1806
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